El milagro de los mineros chilenos

El milagro de los mineros chilenos

13/08 - 33 banderas para mineros atrapados

13/08/2010
Una de las 6 máquinas perforadoras que está trabajando en la mina San José en Copiapó ha logrado llegar a cerca de 500 metros de profundidad lo que hace pensar que durante el fin de semana podría llegar al refugio donde estarían atrapados los 33 mineros.



Dueños de la mina accidentada dicen que cumplía con las medidas de seguridad 





'Lo que está descartado por completo es que tuviéramos información técnica proporcionada técnicos o ingenieros que nos dijeran que esto se iba a caer', dijo Alejandro Bohn, quien además es gerente general de la Minera San Esteban, en una entrevista publicada hoy por el diario La Tercera.
Bohn y su socio Marcelo Kameny concedieron entrevistas a los principales rotativos chilenos para defenderse de las críticas que han recibido en los últimos días y expresar su confianza en las tareas para rescatar a sus trabajadores.
'El esfuerzo que hacemos los mineros, medianos y pequeños, en ayudar a construir nuestro país no puede ser tan fácilmente pisoteado, maltratado e ignorado', indicó Kameny, quien dijo sentirse 'sumamente afectado' por lo sucedido.
Alejandro Bohn sostuvo, por su parte, que el resultado de la investigación que ha iniciado la justicia chilena servirá para depurar las responsabilidades del accidente.
El gerente general de la minera explicó que en 2007, cuando la mina San José fue reabierta tras permanecer cerrada un tiempo debido a la muerte de un trabajador, lo hizo con 'toda la documentación necesaria'.
Según Bohn, las autoridades solicitaron a la compañía instalar escaleras en la chimenea de ventilación para convertirla en una segunda salida de emergencia -algo que no hicieron-, pero no fueron alertados de que hubiese riesgo de derrumbe en el interior del yacimiento.
El empresario agregó que la reapertura de la San José se hizo en base a 'varios documentos', entre los que destacó un informe geomecánico que encargaron a una firma externa 'de alto prestigio' que resolvió que los pilares de seguridad de la mina no corrían peligro.
Sin embargo, los empresarios reconocen que la firma autora del informe trabajó 'por un tiempo' con la minera una vez ésta reanudó sus operaciones.
Los dueños de la compañía minera reconocieron también que los trabajadores atrapados bajo tierra no están asegurados por la empresa, situación que Kameny achacó a la difícil situación económica que atravesaron tras el cierre de 2007.
'Los trabajadores no están asegurados porque, cuando estuvimos detenidos, lamentablemente no tuvimos la caja para afrontar algunos pagos de algunas compañías de seguros', dijo el empresario minero.
Bohn se mostró esperanzado con los trabajos que realizan seis máquinas de sondaje para llegar al refugio de la mina, donde se presupone que están los mineros.
'Estamos todos muy energizados positivamente, en ponernos en la tesis de que nuestros trabajadores están bien, que están viviendo momentos difíciles pero nos están esperando', sostuvo.

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