El milagro de los mineros chilenos

El milagro de los mineros chilenos

Se cumple un año del "estamos bien los 33"

22/08/2011


"Estamos bien en el refugio los 33". Fue ese mensaje, escrito con un lápiz rojo al que apenas le quedaba tinta, el que le anunció al mundo exactamente hace un año que estaban vivos los mineros atrapados desde hacía 17 días a más de 600 metros de profundidad en un yacimiento al norte de Chile.


Varios mensajes fueron enviados desde el fondo de la mina pero fue ese papelito, escrito por el minero José Ojeda, el que fuera advertido por los operarios que trabajaban en el rescate el 22 de agosto de 2010 cuando ya flaqueaban las esperanzas.


Los 33 mineros habían quedado atrapados por un derrumbe el 5 de agosto, y a través de sondas se buscaba desesperadamente hallarlos. No había mucho optimismo ni de los operarios ni de las familias, pero la aparición de ese papelito ese domingo lo cambió todo.


"No era el único mensaje. Eran muchos mensajes; los primeros los escribimos con lápiz pasta", cuenta el propio Ojeda, de 47 años.


El papel emergió adosado a una sonda por el estrecho tubo que logró contactarlos al fondo de la mina San José. Primero fue encontrado por un operario, luego lo tomó el entonces ministro de Minería, Laurence Golborne, y finalmente el presidente Sebastián Piñera lo mostró al mundo.


"Esto salió hoy día de las entrañas de la tierra", dijo visiblemente emocionado Piñera al mostrar el papel. "Es el mensaje de nuestros mineros que nos dicen que están vivos, que están unidos", añadió mientras sus familiares se abrazaban de emoción. "Nunca tan pocas palabras habían provocado tanta alegría en un país entero", agregó el mandatario sobre un mensaje que aún hoy es calificado como un ejemplo de precisión.


"Realmente yo no lo veo como un mensaje, es un informe técnico", explica Ojeda al cumplirse un año de la tragedia, que los mantuvo a él y a sus compañeros sepultados por 69 días, al cabo de los cuales fueron rescatados. "Con los años que llevo en la minería sabía perfectamente que si ocurría algo tenía que decir la cantidad de personas y el lugar en que estaba ubicado", añade el minero.


Luego, entrega detalles del momento en que se escribió: "Cuando se escribió había dos lápices, uno negro y otro rojo. El negro no escribió, se hizo empeño pero no pasó nada. Al rojo le quedaba poca tinta, por eso salió medio desteñido", narra. "El lápiz era de un electricista. Ellos lo usan para marcar los cables cuando se desconectan. La hoja era del cuaderno de un operador que anotaba su trabajo diario", prosigue.


"Lo envolvimos en una bolsa de explosivo, que es una bolsa gruesa, les pusimos cámara de auto y huincha (cinta) aisladora, por eso salió tan limpiecito", agrega. Muchos otros mensajes se perdieron pues en la subida de la sonda fueron destruidos por la fricción.

A un año del derrumbe: El menor de los 33 dice que vivía mejor como minero

A un año del derrumbe que sepultó a 33 mineros en una mina en el norte de Chile, Jimmy Sánchez, el menor del grupo, dice que estaba más tranquilo adentro de la mina.

Los recuerdos de esos 69 días de encierro a más de 600 metros de profundidad atormentan a este joven que acaba de cumplir los 20 años y que a un año del derrumbe se encuentra sin empleo y asumiendo recién el drama que le tocó vivir.

“Como que ahora estoy asumiendo todo lo que me pasó”, cuenta Jimmy en el living de su casa -vive allí parte del tiempo y el resto con su novia- en un barrio humilde de Copiapó, 800 kilómetros al norte de Santiago, una ciudad que vive de la minería.

“Adentro estaba más tranquilo. Ahora estoy raro. He cambiado, no soy el mismo de antes. Antes era más alegre, salía siempre, me gustaba conversar. Ahora no salgo, me siento solo”, relata con angustia este joven.

Jimmy era el minero más joven de los 33 que quedaron encerrados el 5 de agosto de 2010. Llevaba sólo unos meses trabajando como ayudante de minero en el yacimiento San José cuando ocurrió el derrumbe.

Fue el quinto en ser rescatado y, tras salir de la mina, ha viajado a Estados Unidos, Inglaterra, Grecia e Israel junto con parte de sus compañeros, acogiendo las invitaciones para contar su increíble historia de sobrevivencia.

En diciembre fue dado de alta y hoy no recibe ninguna ayuda psicológica. No ha logrado tampoco conseguir ningún empleo.

Pero pese a lo que le ocurrió, Jimmy desea volver a trabajar en la minería y no está en sus planes estudiar algún otro oficio. “Me gusta lo que hago”, dice sobre su trabajo como minero.
Jimmy, como todos los demás mineros, recibió 10.000 dólares del millonario local Leonardo Farkas.

Está claro que le incomoda el tema y cuando se le consulta qué pasó con ese dinero señala: “Me lo gasté comprando mis cosas”.

En una pieza de la modesta casa de Jimmy, su padre, Juan, levantó una especie de santuario con todas las portadas de diarios y revistas y los cientos de recuerdos que atesoran de esa odisea de más de dos meses.

Ahí están las cerca de 60 cartas que Jimmy les escribió desde el fondo de la mina. El traje verde con el que emergió del yacimiento, los lentes que lo protegieron del sol, los gruesos zapatos que usaba adentro y una bandera chilena firmada por cada uno de sus compañeros de encierro.

Un año después, en fotos

CHILE. Jimmy Sánchez, el más joven de los 33 mineros de Atacama. (AFP)

CHILE. Carlos Mamani uno de los 33 mineros atrapados en la mina San José - posa junto a su hija en Copiapó, 700 km al norte de Santiago. (AFP)

CHILE. Dario Segovia uno de los 33 mineros junta a su chata de venta de frutas. (AFP)

CHILE. Guillermo Cortes posa con la capsula Fenix. (AFP)

Películas y libros sobre una tragedia con final feliz

La historia de supervivencia de estos 33 hombres capturó casi de inmediato a la audiencia mundial, que con avidez fue siguiendo cada hito de una saga que pintaba para tragedia pero acabó con final feliz. La agencia de talentos WME se hizo cargo de sus derechos de imagen, y tras arduas negociaciones logró recientemente un acuerdo con el famoso productor de Hollywood, Mike Medavoy ("Cisne Negro") para llevar al cine el drama vivido en la mina San José.

La productora de Hollywood Phoenix Pictures, dirigida por Medavoy y Edward McGurn, rodará a partir de 2012 la película, cuyo guión estará a cargo del puertorriqueño José Rivera ("Diarios de Motocicleta").

Otros escritores también han escrito textos en los que plasman la historia desde diversos ángulos. El veterano periodista estadounidense Jonathan Franklin publicó en febrero el libro "33 hombres", en el que afirma que los mineros contemplaron la posibilidad del suicidio y el canibalismo para sobrevivir.

El filme "33" del realizador chileno Rodrigo Ortúzar se estrenará en 2012 y 





"Miracle underground", 


con Chuck Norris, están en filmación. 


(http://www.miracleundergroundfilm.com/)





  • Director Armand Mastroianni (The Celestine Prophecy)
  • Producer Bill Badalato (Men of Honor, Around the World in 80 Days)
  • Producer Boris Acosta (Dante's Inferno, Purgatorio and Paradiso)
  • Cinematographer Chuck Schuman (Journey to the Center of the Earth - 3D)
  • Academy Award winner editor Thom Noble (Witness, Mask of Zorro, Red)
  • Production Manager Bridget Bourke (Lord of the Rings trilogy)
  • Music composer Marco Frisina (Pope John Paul II, Pompei)
  • Screenwriter Gianmario Pagano (Jesus, Moses, Saint Peter)

A un año de la odisea, cómo están los 33 mineros

Un año después del derrumbe que los sepultó por 69 días en un yacimiento al norte de Chile, la mayoría de los 33 mineros que protagonizaron una historia de supervivencia que conmovió al mundo no logran superar la experiencia que vivieron bajo tierra ni la fama que los esperaba afuera. Algunos se dedicaron a las charlas motivacionales y otros han regresado a la minería, pero la gran mayoría se ha dedicado a modestas actividades acá y allá sin empleos fijos.

Siete de los 33 mineros aún se mantienen con licencia médica, afectados fundamentalmente por trastornos del sueño, confirmó el médico tratante de la Asociación Chilena de Seguridad, Alejandro Pino.

Una vez fuera de la mina, la atención mediática se centró en este grupo de hombres que sobrevivió más de dos meses a 700 metros de profundidad, apenas comiendo los primeros 17 días, en medio de la oscuridad y el calor.

Su odisea los llevó a más de 14 países, acogiendo diversas invitaciones para contar su increíble historia de sobrevivencia.

"Esta historia unió a un mundo que no está acostumbrado a que pasen este tipo de cosas buenas", reflexionó Urzúa.

La mayoría vive aún en cercanías de la mina San José, en la ciudad de Copiapó (800 km al norte de Santiago), con ocupaciones esporádicas alejadas del oficio minero y aprovechando los obsequios que les entregaron tras el rescate.

Catorce de los 33 pidieron jubilarse anticipadamente porque se sienten incapaces de volver a trabajar. Todos en cambio aguardan la respuesta de su demanda contra el Estado por negligencia, en que exigen una indemnización de 500.000 dólares para cada uno.

A la espera, Urzúa se unió a sus compañeros Samuel Ávalos, Omar Reygadas, Jorge Galleguillos y Claudio Yáñez para dictar charlas motivacionales y de seguridad en el trabajo. Hace una semana estuvieron en Santiago, invitados por una empresa inmobiliaria.

Pero es Mario Sepúlveda, el más histriónico de los 33 mineros, quien más ha explorado esta veta. Montó junto a su esposa, Elvira, una empresa dedicada a este rubro, que esta semana lo llevó nuevamente a Estados Unidos.

Sepúlveda también gestionó una campaña para construir viviendas para los afectados del terremoto que asoló a Chile.

"A mí me ha ido súper bien, porque soy súper bueno para la pega y sé que las circunstancias de la vida hay que saber aprovecharlas", señala Sepúlveda.

Osmán Araya y Darío Segovia mientras tanto se dedican hoy a vender frutas y verduras en un mercado de Copiapó. Pablo Rojas, Claudio Acuña, Florencio Ávalos y Víctor Segovia, en cambio, han vuelto al trabajo minero, mientras que Pedro Cortez es el único que está estudiando.

El minero y ex futbolista, Franklin Lobos, está a cargo de las divisiones inferiores del club de fútbol Deportes Copiapó, mientras que el único extranjero del grupo, el boliviano Carlos Mamani, desechó una oferta de empleo en su país y volvió a Chile, sin conseguir hasta ahora un empleo estable.

Al minero Yonni Barrios, famoso por ser el enfermero de sus compañeros de encierro, se le detectó una nociva enfermedad que ataca a los pulmones y es típica del trabajo minero.

En tanto los dueños de la minera, Alejandro Bohn y Marcelo Kemeny, pidieron disculpas públicas y hoy enfrentan un juicio para pagar los indemnizaciones y los costos del rescate, que asciende a los 20 millones de dólares.

Los mineros todavía no han ahondado en los detalles de lo ocurrido al interior de la mina y crearon una sociedad anónima para proteger y explotar los derechos en películas, libros y otros productos que ya se preparan a partir de su historia.