15/09/2010
Es una de esas historias que traspasa fronteras. Poco después de las 12 del mediodía del martes, hora local, nacía una niña de nombre Esperanza que ya es una estrella mediática a los pocos minutos de venir al mundo.
La razón es que el bebé es hija de uno de los 33 mineros atrapados en el yacimiento chileno de San José.
Gracias a las nuevas tecnologías, poco después del alumbramiento el padre, Ariel Ticona, pudo ver a su hija a través de fibra óptica que expertos instalaron a 700 metros de profundidad.
Precisamente Esperanza es el nombre con el que los familiares de los obreros atrapados desde el 5 de agosto bautizaron el campamento.
Una de las dos perforadoras ha tenido una avería leve que ha obligado a pararla cuando ya están cerca de alcanzar los 300 metros de profundidad.
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